Quemando el aire

Hoy la luna se ha puesto gafas de sol para contemplar tanta perdición
que radiaba de tus pupilas grandes como luceros.
Hoy la fuerza se escapa de tu mirar, de tus noches largas,
tu caminar con gracia divina buscando hielo en el infierno.

Y tú que siempre vas quemando el aire,
dando suspiros de tristeza en la ciudad.
Lo ves no dejas sitio para alguien,
pues no te quejes si nadie te va a ayudar.
Buscando un río en el desierto te alejaste de ese puerto,
ahora no gires la vista atrás.

Hoy de nuevo despiertas, un día más, la calle es tan dura pero es tu pan
y el de dos renacuajos que no entienden del frío invierno.
Sigues con tu apetito y tu afán voraz, de borrar recuerdos con un disfraz
de quien maltrataba a puñaladas tus sentimientos.

Y tú que siempre vas quemando el aire,
dando suspiros de tristeza en la ciudad.
Lo ves no dejas sitio para alguien,
pues no te quejes si nadie te va a ayudar.
Buscando un río en el desierto te alejaste de ese puerto,
ahora no gires la vista atrás.

Qu’attends-tu de trouver dans la rue où l’argent et le sexe partagent le
matelas?
Dites-moi pourquoi tu insistes à chercher l’amour toujours après
minuit…
Dur de quitter, l’argent rappide.

Si, pasará la vida y no olvidarás que quien te mecía debió penar
compartiendo días con el causante de tus desvelos.
No intentes entender, por qué en esta vida no eres feliz,
la felicidad te descubrirá al verte desnuda y sin tus recuerdos.

Y tú que siempre vas quemando el aire,
dando suspiros de tristeza en la ciudad.
Lo ves no dejas sitio para alguien,
pues no te quejes si nadie te va a ayudar.
Buscando un río en el desierto te alejaste de ese puerto,
ahora no gires la vista atrás.